Un Merecido Descanso (Día 5 -Encierros-)
Son las 7.30 de la mañana, como el segundo día, madrugar por algo así no es problema, mi primer encierro con Toros de verdad, a las 8.00 ponemos rumbo a Fuenlabrada desayunados y con ganas de presenciar un encierro con animales de más de 400 kg. Pero pasando Getafe, y a unos 15 km. de la salida... un atasco de cojones, parados en mitad de la autovía y el reloj que no paraba de avanzar, a las 09.00 teníamos que estar en Fuenlabrada y son las 8.45 y estamos parados entre Pinto y Getafe. Todo se estaba poniendo en contra, no veía la hora de bajar del coche para llegar a la calle del encierro, nervioso y ansioso casi intentaba quitar los coches de enmedio dando voces por la ventana.
Al fin llegamos a las inmediaciones de la calle en la que los toros iban a correr, y allí fuimos, el coche aparcado como buenamente se pudo y corriendo hasta la ya nombrada calle, son las 09.40 de la mañana. Llegamos y la gente lo invadía todo, y los nervios empezaban a invadirme a mí, esa tensión que te oprime el estómago y que te pone los sentidos al 100%, es esa cosilla que se siente, que te dice que estás vivo. Comenzamos a caminar calle arriba, rumbo hacía la plaza buscando un lugar donde ver el encierro. Cuando llevábamos 10 minutos allí pasaron los cabestros calle abajo, y en ese mismo momento sonó un cohete, que indicaba que el toro iba a salir en dirección contraria. Al cabo de unos segundos, gente corriendo por doquier, cabestros en cabeza y por detras un toro, por el que un animal poco desarrollado, iba agarrado de su rabo, tiene que haber gente para todo, y siempre alguien que joda la fiesta, fueron 30 segundos los que vi al toro, y su imagen me impresionó. Pero quería más, y no había más. Fuimos a la plaza y allí soltaron algunas vaquillas, mi desilusión era grande, pero me conformaba con eso, ya he estado en un encierro con toros.
Tras ese encierro fuimos a Móstoles a comprar una cosa, y luego rumbo a Yuncler, al llegar, nos esperaba una grata sorpresa, y es que, en un pueblo cercano llamado Numancia de la Sagra, había encierros, con tres toros, a las 19.00 de la tarde, y mi cara cambió. Todos los planes cambiaron en cuestión de segundos y eso hicimos. A las 18.00 estábamos listos para salir hacia un pueblo que estaba a apenas 10 minutos. Al llegar algo que me desorientó fue el tramo tan corto de la calle, no llegaba a los 300 metros, lo que pasó allí a partir de las 19.00 es difícil de explicar. Nervios, tensión, ganas, emoción, pulsaciones a mil, y nada más salir los dos primeros animales, la primera imagen que se me quedó grabada, un enfrentamiento frontal entre los dos animales, y el sonido de sus astas chocando, después el despiste de no saber contar y casi no ver al tercer morlaco y que tuvieran casi que tirar de mi para ponerme a salvo. ¿que decir de esa tarde? no puedo decir más, para eso está el video que he preparado.
--------------------------
Sigue mi temporada taurina en Twitter:
0 comentarios