De príncipes de carne y hueso

La vida no es difícil de llevar, lo difícil es encontrar algo que hacer durante el tiempo que estás vivo, y ya puestos, encontrar a alguien con quien pasar alguna parte de tu vida. Que si princesas, que si doncellas, que si estudiantes, que si profesionales, que si altas, que si bajas, que si sí, que si no. Compatibles o incompatibles, aceptada por los demás o que te causaría problemas morales por lo que ha pasado entre tu y ella y vuestro entorno común. Que si es joven, que si tu eres mayor. Que si tu tienes amigos y ella animales, o viceversa, ya todo es subjetivo. Tu eres el egoísta, nunca ella, ¿o es ella la egoísta y tu el que lo sufre?

En estas fechas en las que uno duda de la realidad de las parejas que ve por la calle, en la que piensas... estas fechas sacan lo más empalagoso de cada uno, vaya pareja más... mira esos dos... yo soy de los que dicen ese tipo de frases, y reconozco que cuando tengo tiempo libre, que suele ser por las noches, justo cuando intento dormir, me pongo a buscar en el fondo de mi alma, y muy al fondo, en un pequeño cajón que hay cerca de donde guardo mis recuerdos y mis anhelos más profundos, ahí en ese cajón, y dentro de una cajita pequeña, encuentro el porque de esos pensamientos. Es Envidia. Envidia mezcla de bueno y malo. Deseo lo peor para esos dos que no paran de comerse a besos, y deseo el poder tener una navidad así.

Ni trabajo, ni estudio, no soy capaz de terminar nada, y empiezo muchas cosas. me evado en la radio, me desahogo escribiendo, me desespero pensando... vivo cuando me dejan, disfruto pocas cosas, añoro muchas que nunca tuve y tal vez deseo lo que nunca tendré.