Cuando fallan los sentidos

El cuerpo humano tiene la extraña capacidad de conseguir captar las cosas que ocurren a su alrededor, si pones la mano sobre algo que esté caliente la retiras rápido ( a no ser que seas masoca) ya que el tacto se alerta al notar un ascenso brusco de la temperatura (palabras técnicas de un examen de seguridad e higiene). Si vas con tu coche y ves unas luces azules que parpadean, te pones a rezar para que no te pare la policía o la guardia civil, si por el contrario oyes unas sirenas en seguida te pones alerta porque por algún lado viene un vehículo de emergencias que va a pasar rapidísimo cerca tuyo, y si hueles a quemado y cuando te llevas el cigarro a la boca resulta que no sabe a nada es que se te ha apagado el cigarro en algún sitio donde no debería.

Pero aunque esos sean los cinco sentidos que conocemos, son solo los cinco sentidos físicos, cosas que ves, que oyes, que tocas, que saboreas o que hueles. Pero a tu alrededor siguen pasando cosas, cosas que no sabes muy bien como pero que percibes, situaciones que no sabes como han ocurrido pero ocurren, y es en esos momentos cuando, llamalo instinto o intuición, actúas sin pensar, o peor aún, piensas sin actuar, es entonces cuando tu cabeza deja de sentir de una forma física, para no sentir lo que deberías, algo que te dice, HAZLO, ¿no sabes como?, seguramente sepas como, lo que pasa es que no quieres.

De todos modos siempre tienes sentidos que no están ocupados en sus tareas y otros que no están nunca libres, de todos modos ocupados o libres eres tu quien decide cuando hacerlos funcionar y lo más importante, eres tu quien decide como hacerlos funcionar, el problema está en hacerlo a tiempo, y eso si que nunca se sabe. A veces no ves lo que es, y malinterpretas gestos o palabras, otras no escuchas lo que te dicen, y malinterpretas los sonidos que te llegan, o tu sentido del tacto está un poco falto de uso y no notas ese sentimiento especial con el que se te acercan, o confundes sabores por que tu lengua no es capaz de distinguir los sabores con claridad, o también puede ser que ya no huelas como antes, tu olfato te engaña y ya no sabes que creer. Por eso cuando tus sentidos fallan, intenta guiarte por las sensaciones que no se pueden medir de una forma física, lo que nunca debes hacer es guiarte por lo que te diga tu cabeza (eso me lo enseñaste tu) ya que tu mente siempre interpreta lo que le da la gana, y para evitar malentendidos, cuando digo TU MENTE, es en forma general, y no a la tuya en particular.