Blogia
De Principes despeinados, con vaqueros y gafas de sol

La ley de Murphy y otras historias de Gafas de sol

 

La Ley de Murphy es una forma cómica y mayoritariamente ficticia de explicar los infortunios en todo tipo de ámbitos que, a grandes rasgos, se basa en el adagio:

"" Si algo puede salir mal, saldrá mal.""

y se puede utilizar en todo tipo de situaciones, desde las de la vida cotidiana hasta aquellas más importantes.

Y estaba claro, si con alguien no podía fallar el Señor Edward A. Murphy Jr., era conmigo, ¿alguien lo dudaba?, este personaje hizo esa extraña afirmación multifunción (sirve para cualquier situación) y de esa salieron el resto de las leyes, ¿quien no se ha acordado alguna vez de los parientes de este señor?

Mi relación con este señor se va estrechando cada vez más, y es que cuando parece que uno empieza a recuperarse... ¡¡¡ZAS!!! ¡¡¡en toda la boca!!! solo era una ilusión y vuelve a tu verdadero mundo. En fin supongo que será mi sino, si es que eso existe, por que cada día tengo más dudas, y en el hipotético caso de que exista... tuve que portarme como un cabrón con la persona que lo escribió, por que se está cebando conmigo de una manera mala.

Y es que, cuando piensas que todo va bien... no te acuerdas de revisar si hay algo que pueda salir mal, y ese, amigo mio, es un gran problema, porque como haya algo que pueda salir mal.... hay esta Murphy, que siempre se acuerda de esas cosas...

Pero siendo sinceros, y por ver algo positivo en estos últimos días, he de reconocer (esto le tiene que sonar a alguien) han conseguido sorprenderme y lo más importante, sacarme una sonrisa. Parecía difícil, pero con 100 años de experiencia lo tenia fácil eso de sorprender a alguien de Veinte y muchos o casi 30, pero si difícil era sorprender más complicado es sacar una sonrisa, no es que no me ría, si paso la mayor parte del tiempo disimulando mi mal estar con el mundo, y evitando las incomodas preguntas que te hace la gente para ver lo que te pasa, asi que reirme me rio, lo que hago poco es sonreir, tan poco que casi no me acuerdo de cuando fue la penultima vez que lo hice (la última vez es esta que os estoy contando).

Y no ha sido complicado en apariencia sorprenderme, tan solo hizo falta un papel doblado, llamarme por mi nombre con voz solemne y darme unas explícitas instrucciones de como usar el papel que me entragaba. ¿Os preguntais como consiguió que sonriera? ¿De verdad lo quereis saber? Pues eso va a ser que no os lo voy a decir, por que no tengo un pelo de tonto, y no voy a deciros como hacerme sonreir.

Lo que uno puede aprender sin querer, y como se puede admirar una forma de actuar, y, (esto también le sonará a alguien) como volver a sentirse pequeño, a veces no hace falta ir a ningún sitio, aunque reconozco que me corroe la curiosidad de saber donde está ese lugar, que según tengo entendido debe de existir.

Ahora me quedan un par de cervezas pendientes, y supongo que más de una charla que ya os puedo asegurar que tienen pinta de ser interesantes, y por supuesto, visitar una galería con unas vistas increibles y con un punto de ... de ser un lugar donde salen unas fotos para exponerlas, tanto por el ambiente como por lo que se ve en ellas.

Dos teléfonos, unas gafas y el caos

Frente al espejo yo me pregunto ¿que demonios es lo que querrá? -Alejandro Sanz-

 

Quiero mudarme hace años, al barrio de la alegría, pero siempre que lo intento, ha salido ya el tranvia, y en la escalera me siento a silbar mi melodía -Joaquin Sabina- 

 

No hay más vida, ni tiempo, ni más que pensar, no hay más...- Antonio Orozco -

 

 

 

1 comentario

Una pequeña inspiración -

La ley de Murphy no tiene nada que hacer frente a las otras historias de gafas de sol