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De Principes despeinados, con vaqueros y gafas de sol

Una de Principes despeinados, con vaqueros y gafas de sol (parte 11)

Esta vez aviso desde el principio, por si alguien no llega al final del texto. Como siempre, os recuerdo que cualquier similitud con la realidad, es pura coincidencia, no suelo tener la intención de reflejar la historia de Fumaces con lo que ocurre a mi alrededor, aunque, si alguien se ve reflejado en algún personaje...

Guiamona era una mujer bella, y eso siempre había sido un problema ya que los hombres la tenían controlada, o tal vez intentaban no perderla y siempre querían saber donde se encontraba, que hacía o que iba ha hacer. Pero Philip era diferente, Richard lo sabía porque lo conocía lo suficiente, pero tanto él como Philip llevaban poco tiempo en Fumaces y no todos los conocían como para saberlo, y por supuesto Guiamona no iba a ser más que ninguna. Él lo intentó en vano, ya que su poca insistencia al parecer seguía siendo demasiada y ya empezaba a desmoronarse. Su amigo estuvo ahí siempre, él lo sabía pero no sabía como explicarle lo que pasaba, o tal vez es que Richard no lo terminaba de entender, al fin y al cabo, Richard también tenía bastante con Aliena.

La cosa en Fumaces parecia haber tomado un rumbo extraño. La obra se había relentizado y retrasado, tanto es así que se había calculado que duraría un año más todavía. Se aproximaban las festividades en Fumaces, 3 días de fiestas y actividades, las primeras para Richard y Philip, y nada hacía presagiar que fueran a ser unas fiestas tranquilas, y es que como ya os he dicho antes Guiamona y Philip, que todavía no habían tenido absolutamente nada (los motivos solo lo saben ellos) estaban pasando por una crisis que tal vez fuera más grave de lo que aparentaba, y Richard y Aliena, en fin, no paraban de jugar al gato y al ratón, ya no sabían como hacer entrar en razón el uno al otro. Uno que si necesitaba libertad, el otro que si necesitaba saber el porque de tanta libertad. Uno que si no quería dar explicaciones, el otro que no las pedía pero si necesitaba saber que iba a hacer. Historias que entre todos no paraban de liar, y hacer que cada día fueran más grandes, y todos sabían que la solución era tan sencillo como ser sinceros y claros los unos con los otros. Siendo así, tal vez todo llegue a buen puerto, tal vez se supere el bache o tal vez....

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