Una de Principes despeinados, con vaqueros y gafas de sol (parte 13)
Dicen que el 13 es un número gafe, yo lo voy a poner a prueba, pero antes, y como hice en la entrada anterior avisar, ya que el que avisa no es traidor, es avisador, que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, aunque he de reconocer que tal vez haya cosas que a algunos les suene, pero no le deis más vueltas, es todo producto de vuestra imaginación.
"esta majara perdida pero su locura habitual es muy guapa y como algo me han comentado de un nuevo sabio que pretende desvancar al mismisimo evans el de la calle q nose si tendrás el gran placer de conocer me he dicho vamos a dejarle las cosas claritas al señor"
Eso es parte del fragmento de papel que encontró Richard clavado en la puerta de su trabajo. En realidad, eso es la traducción de lo que encontró. No venía firmado, y del resto del texto no pudo entender nada. Sinceramente, ni con esta parte traducida consiguió entender nada. ¿A que sabio se refería? el no era un sabio, el era un simple constructor que intentaba aclarar cualquier duda que tuviera. Del resto del mensaje, solo pudo entender palabras sueltas, LIBRE, MODELO, y la última frase, NO LO VAS A ENTENDER, ¿que tipo de sabio no es capaz de entender algo? estaba claro que se había equivocado. Tenía el papel entre sus manos, y analizándolo a la clara luz de la mañana creyó entrever lo que parecía una firma al final del todo.
Aliena y él habían discutido por la tarde, estaba claro que su relación, por llamarlo de alguna manera, era como una montaña rusa, con altibajos constantes, quizás demasiados, y eso hacía que Richard añorara el pasado. Fumaces era un mundo raro, solo fue allí a trabajar y se encontró con una historia que no sabía manejar, pero que estaba intentando hacerlo lo mejor que podía, además durante esos días su hermana vino a hacerle una visita, y la noche que recibió ese mensaje venían de un pueblo cercano de ver una obra de teatro. Joanne no sabía nada de lo que su hermano vivía en Fumaces, el lo llevaba todo en silencio, no quería que enlazaran su tristeza y malestar con cualquier evento ocurrido en Fumaces, pero esto era diferente. Richard tenía la extraña sensación de que algo iba a pasar ¿sería bueno o malo? ¿quien sabe? tal vez ese sabio del que hablaba la nota...
La obra de teatro trataba de cosas fantásticas, y Richard y Joanne venían alucinando, el actor había desaparecido ante sus narices, y había aparecido más tarde en otro lugar del recinto, ambos se preguntaban como lo habían hecho, y Richard quería saber como hacerlo, puesto que estaba planeando hacer lo mismo que ese tal... David Cooperfield. Desaparecer. La duda de Richard era si hacerlo de Fumaces o solo de la vida pública de este. ¿sería capaz de hacerlo? Estaba claro que sí, y también estaba claro quien podía ayudar en esa decisión, Aliena podría inclinar la balanza hacia un lado u otro
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