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De Principes despeinados, con vaqueros y gafas de sol

Primero ¡¡YO!!, después... también

Podría ser una descripción de mi actitud y aptitud frente a lo que me rodea, eso al menos piensan muchos que me dicen conocerme, que miro por mi, que elijo por mi, que busco mi satisfacción por encima de cualquier otra alternativa, que soy calculador y cínico, que busco siempre mi propio beneplácito y ensanchar un ego que ya de por sí tengo sobrealimentado, no voy a negar que llevan algo de razón pero, que nadie se equivoque, hay mucho más detrás de todo ese halo de egocentrismo en el que me camuflo.

No intento lucrarme con mis elecciones, intento que la gente se de cuenta de que se equivoca, y si me equivoco yo, les incito a que me revoquen los motivos, a que me demuestren que no llevo razón, me gusta mucho discutir dialogando, intentando razonar aunque muchas veces no se entienda lo que quiero decir, pero lo explico una y otra vez, con mil ejemplos, mil porques mil motivos, por los que creo que llevo razón.

Puedes pensar, si alguna vez discutí contigo, que soy prepotente, siempre tengo respuesta para aquellas preguntas a las que tu no ves salida, siempre te doy una razón para que pienses, un motivo para que indagues, un gesto para descolocarte y, una palabra para tenerte alerta, por que la diferencia entre mis palabras y las del resto, es que las mías tienen donde sustentarse, saben estar y perdurar, y mis prioridades, a diferencia de las tuyas, no son satisfacerme primero, todo lo contrario, es hacerte ver que no todo es esconderse en uno mismo, ser egoísta, busca alguien con quien poder serlo, pero eso no será egoísmo, ¿como definir un egoísmo realizado entre dos personas para su propio beneficio? podría ser gobierno, pero en este caso le viene mejor la palabra pareja.

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