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De Principes despeinados, con vaqueros y gafas de sol

Es difícil

No creo que en este mundo estemos solos, para empezar somos varios BIllones de personas en el planeta, tampoco creo que estemos solos en el universo, se le supone casi infinito, por lo que creo que sería francamente imposible que no hubiera nadie más. Lo que si tengo claro es que no todos estamos preparados para ciertas relaciones. Yo no me veo en una relación más allá de la puramente conversacional con Momo, o de amo y mascota con Miranda, o de amigo con Javi, Manu o Sergio. En realidad a veces pienso que no me veo en ninguna relación más allá de la amistad con nadie, llámame negativo pero ahora te doy motivos.

Algo que me caracteriza es el efecto invernadero, una losa que arrastro porque forma parte de mi vida, no porque me sienta orgulloso, aunque a veces me jacte de ello, otra cosa es la lista, cada vez más amplia de mujeres con las que he mantenido una relación seria, para mi desgracia han sido muchas, Mari Carmen, Teresa, Alejandras, Elenas, Lola, Jessica. Eva, Tamara... a todas las recuerdo con cariño, que falso soy, a todas menos a una, con todas he vivido momentos especiales, recuerdos que tengo grabados en mi mente, y algunos que me recuerdan en alguna ocasión cuando nos encontramos, esa fama de mujeriego, en parte ganada a pulso pero sin quererlo, es la que más quebraderos de cabeza me ha dado. Supongo que de no tener esa lista, sería más fácil ir a tomar café, o dejar de confundir el azul y el gris, o pasear por un parque o por la playa o por mitad de un bosque colindante a la carretera.

Supongo que cuando alguien no es quien tu esperabas no te queda más remedio que no engañarte a ti mismo, y eso he hecho, para mi mala fama, pero siendo sincero, no me arrepiento, y volvería hacerlo. Yo no busco una pareja, busco una compañera, por que en pareja se convertirá con el paso del tiempo. Una compañera que cuente conmigo, que me recuerde aunque no me nombre, que me tenga presente, que disfrute de mi compañía tanto como yo disfrutaría con ella, no busco una mujer florero, no busco una mujer que se rinda a mis pies (aunque huelan) busco una mujer que brille por si misma, que haga que nos rindamos el uno al otro, en definitiva que me transforme en su compañero de viaje, que sea la que envejezca conmigo y me haga morirme por ella.

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