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De Principes despeinados, con vaqueros y gafas de sol

¿Cambiar?

Soy de los que piensa que lo pasado pasado está, y puedo perdonar, no siempre lo hago pero a veces ocurre, lo que no puedo es olvidar. Pero cambiar... el tiempo me ha demostrado que nada cambia, y si lo hace es solo por un tiempo determinado, nada ni nadie cambia para siempre, todo vuelve a ser como originariamente fue, y las personas, entre las cuales me incluyo, siempre serán las mismas.

Digo esto por si durante el verano alguien pensó que la cosa iba a cambiar, que no se equivoquen, yo no cambio, me gusta como soy, y me gusta mi vida, no tengo intención de cambiar por lo menos de momento. Así que a los compañeros que pensaban que porque en las últimas semanas pareciera menos distante había cambiado mi actitud hacia ustedes, os aviso. ESTÁIS EQUIVOCADOS. Y la culpa es solo vuestra, porque vuestra falsedad es descomunal y vuestro egoísmo os supera en tamaño, no se de donde sacáis tanta maldad.

El resto del mensaje supongo que no hará falta que diga para quien es, seguramente alguien se dará por aludid@, y estoy seguro que no se equivoca. Todo el verano he estado jugando, no tengo intención de cambiar y me he sentido bastante bien haciéndote pensar que me estabas engañando con tus tretas otra vez. Yo me equivoco una vez, a la segunda el/la que se equivoca eres tu.

Eso os ha pasado a los que habéis pensado que había cambiado, que no sabíais que puedo cometer un error, pero el mismo dos veces es imposible. Y no, no tengo intención de cambiar, ni tengo intención de desdecirme de estas palabras que ahora termino, es lo que os merecéis, y es lo que tenéis. Mañana será un día de despedidas, solo espero por vuestro bien, que no me obliguéis a que me despida, por que lo haré a mi manera y estoy seguro de que no os va a gustar.

Papeles en el coche

Ha sido un sábado raro. Hoy al llegar al garaje y bajar del coche he visto que en el asiento de atrás tenía un pequeño ropero, así que antes de salir he recogido ropa y he ordenado un par de trastos que tenía en el asiento trasero guardándolos en el maletero. Y ha sido al recoger el último chaleco cuando un papel se ha caído al suelo. Lo iba a tirar pero la curiosidad ha podido conmigo. Supongo que como cualquiera, antes de tirar el papel lo abre para ver que es, y eso hice, al abrirlo vi que estaba escrito a mano, con boli azul, y las letras redondas me hacen pensar que es una mujer, o un hombre algo afeminado, lo volví a doblar como estaba y lo subí a casa. Y aquí lo tengo, y os lo voy a transcribir, aunque hay palabras que no entiendo y otras de las que no estoy seguro. ¿Que opináis al respecto?

 

Me deja "mandar", me deja "__ ______" de intenciones. La puerta del coche se abre y resbala mi cuerpo por el asiento delantero maldiciéndolo, dándole la espalda. Es entonces cuando noto unas manos en mi cintura que me aprisionan, empujándome hacia él. Cierro los ojos e imagino el gesto de su cara, las cosas que le pasan en ese momento por la mente . Solo mi cintura y sus manos grandes y finas agarrándome.

La música se cuela en mi silencio, en mi mirada que pretende "intimidarlo". En ese momento los besos están sobrevalorados, solo existen besos robados, solo ellos al alcance de los más afortunados. Intento sostenerlos, encarcelarlos entre mis labios, cada muestra de mi sentimiento bajo prisión. No le presto mi boca, ni tampoco mi mirada, es una especie de castigo para idiotas. Es la necesidad disfrazada de dureza en el momento acertado.

Me distraigo "ahora" la música se sostiene entre su cuerpo y el mío, a cinco milímetros, sobre un hilo "_______" aguado por dos demonios y un beso robado.

las palabras entre comillas no se si son las correctas, es lo que yo entiendo, y las líneas son palabras que no he conseguido descifrar, en cualquier caso, me parece una declaración de algo, no se si amor o solo intenciones, sea lo que fuere, en mi poder está y de mi vehículo lo he sacado, ya me informaré y tal vez os cuente el final.

Conversaciones con Lisbeth (Lady Tattoo)

No sé que hora sería, llevo reloj pero últimamente lo miro poco. Se que era de noche, con una luna que jugaba al escondite con nosotros en la playa. La arena fría y las olas eran nuestros compañeros esa noche y mientras que Lisbeth entraba al agua yo esperaba tranquilo en la orilla, después me pidió que nos bañaramos juntos, no podía aceptar, no se muy bien porque, pero solo llegué a mojarme hasta los tobillos. Después de un rato, nos acercamos a las tablas que dan acceso a la playa, y allí sentados me dió una una charla que aún hoy retumba en mi cabeza cual martillo de herrero.

- Te explotan - Dijo tajante Lisbeth

- No te equivoques, a mi me gusta mi trabajo y disfruto allí, aunque este año no lo esté haciendo mucho.

- Digas lo que digas te explotan y tu intentas disimularlo como puedes, tu vida depende de los horarios que te ponen en el trabajo, solo descansas un día de la semana ¿Y en invierno?

- Es lo que he elegido, además tengo muchas cosas que pagar, el coche, internet, el seguro, el tabaco, las salidas nocturnas contigo...

- Excusas, sabes de más que te explotan en el trabajo que hacen contigo lo que quieres y que intentas no fallar a alguien te falla bastante a menudo. - Lisbeth era tajante y convincente y se le notaba dolida.

Pienso que lleva razón pero me cuesta reconocerlo y sigo defendiéndome como puedo, pero ella continua arremetiendo con dureza una y otra vez, hasta que llegamos al tema principal y creo que motivo de esta conversación.

Lisbeth tomó aire, me miró (algo extraño en ella) y me dijo en tono melancólico y desde lo más profundo de su alma.

- Necesito más tiempo contigo, me gusta estar contigo, eres diferente al resto de los que conozco, pero tu maldito trabajo, siempre tu maldito trabajo... y me duele verte agobiado por culpa de tu jefe. ¡¡Mándalo todo al carajo!!

- Sabes que no puedo, sin dinero..

- ¡¡Sin dinero leches!! no hemos hecho nada juntos que no se pueda hacer en un día, siempre estás con la mierda del tiempo y de descansar para trabajar... ¿cuando demonios vas a descansar del trabajo? ¿cuando vas a tener tiempo para ti?

Y seguía y seguía dándome motivos cada vez más convincente de que algo no funcionaba en mi vida, pero lo que me llegó a rozar la fibra sensible fue ese "necesito más tiempo contigo". Eso me hizo pensar en todo lo demás y aún así sigo pensando en la respuesta a la pregunta "¿Y si te diera la razón Lisbeth?"

Habrá que repetir

Tenía una pequeña espinita clavada desde hace dos años, perdimos la oportunidad entonces, y ahora no queríamos volver a perderla. Fue todo bastante rápido, en apenas dos semanas empezamos a organizarnos para poder ir. Pero hasta que no estábamos en el coche no empecé a creérmelo.

Por delante según nuestros cálculos unas dos horas de viaje, la realidad fue una de esas rarezas que pasan en los desplazamientos cortos, lo que eran dos horas se convirtieron en 4, pero vimos paisajes increíbles, desde llanuras inmensas de pastos, ha maravillosas vistas de los molinos, más numerosos cuanto más cerca de Tarifa estábamos. Por que Tarifa es otro mundo, hay se vive diferente, no paramos, solo fue de pasada, pero se ve que llevan otro ritmo, playas llenas de cometas de KiteSurf, y un atasco de cojones.

Al salir de Tarifa, empezamos a subir y bajar montañas, y un pueblo nos llamó la atención. Vejer, parecía estar suspendido de los riscos cercanos a la carretera, ¿será igual por el lado de la costa? Volveremos a comprobarlo.

Y por fin llegamos a nuestro destino, Algeciras, cerca del parque donde esa noche, apenas dos horas después de nuestra llegada comenzaba el concierto. Bajé mientras mi compañero aparcaba para ver si todavía estaban las entradas a la venta en la tienda de discos, llegamos por los pelos (que ninguno tenemos) para comprarlas. Después avisar de que ya estábamos allí y buscar un sitio para picotear algo y pasear por las calles cercanas al parque y vuelta para ponernos en la cola. Con ganas de que empiece nos entró la sed, y fui a preguntarles a las que no eran de Algeciras por un lugar para tomar una copa antes de entrar, así que como ellas no sabían y nosotros tampoco... nos quedamos allí esperando que abrieran la puerta.

Una vez dentro, ritual, merchandaising y bebida, Turquesa y Naranja los colores de las camisetas, dos ron con cola y a la primera fila del concierto, que empezó con retraso, pero que mereció la pena.

Lo dió todo, se le notaba entregado, no paró de bailar y saltar y animar al personal que ya de por sí estaba con ganas, se rió con la gente, bailó para la gente, cantó con el alma para la gente, y nosotros le dedicamos el "Devuélveme la vida" y el nos hizo los coros, y me pareció ver una lágrima en la cara de Orozco, por que no sé si lo he dicho antes, pero hace dos años nos quedamos con las ganas de verlo en Nerva, y ayer, por fin nos quitamos esa espinita, y las 8 horas de viaje (entra ida y vuelta) y las casi 24 horas sin dormir (si quitamos la hora que dormimos en el camino) merecieron la pena. Yo volvería a verlo ¿Y tu?

Pero si algo tiene Antonio Orozco además de darlo todo, es que te toca en esa fibra que te hace recordar o soñar, y conmigo no iba a ser menos, no paré de recordar momentos y de soñar con un futuro incierto, no pare de pensar en mi Lisbeth Salender particular y en todo lo que ella acarrea. Supongo que todo tiene un pero.

 

 

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Falta de creatividad

Necesito escribir, tengo que escribir, me obligo a escribir, pero no salen las palabras. Estoy bloqueado, no se que escribir, tengo mil cosas en la cabeza y no me centro, no soy capaz de encontrar esa inspiración que a veces no me deja en paz y me hace escribir historias por capítulos, no la encuentro, no se donde está y la necesito.

Sufro la presión del querer y no poder, tengo el cráneo oprimido de tantísima presión acumulada por la tormenta que sufre desde hace días. El verano está siendo raro, imprevisible, a veces no sé ni donde voy a pasar la noche, ni si volveré a salir entero de algunas casas en las que entro. En el trabajo me estoy planteando seriamente pedir un aumento, últimamente tengo que hacer más esfuerzo por sonreír y eso no está estipulado en el contrato no verbal.

Necesito escribir, tengo que escribir, me obligo a escribir, pero no salen las palabras. Esto no funciona y no me sirve, necesito algo que desarrollar, alguna idea, me siento bloqueado, busco y no encuentro palabras para definir tanta abstinencia de palabras no preparadas. Necesito desahogarme, necesito abrir la válvula de seguridad, la de escape,voy a explotar en breve y no sé por donde puede salir tanta falta de creatividad ni hasta donde puede llegar tanta falta de imaginación.

Necesito escribir, tengo que escribir, me obligo a escribir, pero no salen las palabras. No se de quien es la culpa, tal vez tengáis razón y la culpa de todo sea mía, tal vez necesite ayuda, así que os pido por favor que me ayudéis ¿me proponéis un tema para escribir?

Conversaciones con ... L, A y S

"La películas como Pretty Woman y compañia son las que más daño han hecho al amor" decía A, con total solemnidad, sentado en la silla de plástico a mi lado y con el vaso de mojito en la mano, y seguía

- Nos ha hecho una imagen tan fántastica, todos tus problemas el amor te lo soluciona - Seguía diciendo A, mientras L, dudaba de las palabras que oía y S las reafirmaba yo conectaba la grabadora del teléfono, esto tenía que hacerlo llegar.

Os pongo en situación, acabábamos de terminar de cenar y teníamos en el cuerpo 5 botellas de sidra y comenzábamos con la de Ron Blanco a base de mojitos, no se como salió el tema Amor, y las cabezas de los 4 allí presentes empezaron a carburar de tal modo que apareció esto que ahora leéis.

A, seguía dando su punto de vista, S confirmando el punto de vista de A, L dubitativa buscaba la respuesta a la teoría de A y yo escuchaba atento para sacar conclusiones. Y S sacaba una pregunta al aire.

- A, ¿tu crees que si ves muchos 69 juntos es un mensaje subliminal?

- Esperate ¿porque lo dices?

Y ahí acabó la conversación sobre el amor. Pero me quedo con varias teorías que allí se dijeron, la de A, que decía que el cine ha hecho, está haciendo y seguirá haciendo estragos en ese sentimiento al que llamamos amor, y el de L, que dice que el amor existe, porque ella lo ve en sus padres, y su relación. Yo por mi parte, le doy la razón a los dos, el cine hace bastante daño y el amor de verdad, se ha quedado antiguo, ya solo algunos de nuestros familiares están enamorados, el resto... después de tantos años juntos puede que se hayan acostumbrado. ¿Y tu que piensas? ¿Te apetece un mojito?

Historias de Príncipes en Tensión, Mentiras Piadosas y Leyes de Murphy (Parte 3)

Esta historia no es verdad y si lo es está basada en mentiras sacadas de la loca imaginación de un servidor, cualquier parecido con la realidad tal vez no sea coincidencia o tal vez no sea parecido, si no real, en cualquier caso eso lo tendréis que juzgar ustedes.

 

Sus cuerpos empezaron a retorcerse al unísono, buscaban el contacto, las caricias cómplices de una luna que iluminaba tenue la habitación por el hueco que habían dejado las cortinas. En un abrir y cerrar de ojos los dos estaban desnudos, y sus manos recorrian el cuerpo del otro buscando algún cambio. No hubo parte de la piel que no rozaran, no hubo caricia que no se diera entregados el uno al otro y entre besos y silencios, entre impulsos y deseos se convirtieron en uno.

El sudor provocado por la pasión se mezclaba con el del calor de la noche, la intensidad de lo que estaban viviendo era complice del saber que alguien podía entrar en cualquier momento, por que como díria un tal Murhy unos años más tarde, “si algo puede salir mal, saldrá mal” . Un plan urdido con celo para no ser descubierto por él, una noche en la que no solo se dejaron llevar por los sentimientos, si no que además se conocieron más de lo que creían, una noche en la que besarla sabía diferente, una noche en la que estar al lado del Príncipe fue diferente a todas las noches pasadas.

En la cama se movían como uno solo, buscando el placer individual y mutuo a la vez, un beso seguido de una caricia, una caricia seguido de un gemido ahogado en la noche, un gemido que tenía su respuesta en un palpitar intenso, una entrega indómita de unos sentimientos desatados por una vez, tal vez fuera la última.

El sol estaba a punto de hacer acto de presencia, y la casa empezaba a cobrar vida. Todos los inquilinos empezaban a prepararse para las labores estivales, el corazón de Richard lejos de estar agotado después del esfuerzo de la noche tenía aún fuerza para hacer un ruido ensordecedor, ayudado por el constante ir y venir de los familiares de Aliena por la puerta de la habitación. Nada se movió y el silencio volvió a reinar en la casa. Todos se habían ido, o eso pensaron ellos, por que de repente...

Algo se movió tras la puerta, Aliena se inquietó y salió a ver que o quien era. La simpática hermana pequeña estaba al otro lado.

-¿Le diste eso a Richard? - Preguntó Bea sonriente.

-Claro que se lo dí

-¿Te dijo algo?

-No le dejé que lo viera – Dijo tajante Aliena.

-¿Y donde está ahora el Príncipe?

-No sé donde estará – Se le escapó una leve sonrisa.

-Su caballo está fuera, ¿está ahí verdad? - la frase sonó muy alegre, sincera. Richard al otro lado de la puerta no pudo contener otra sonrisa.

Aliena volvió a la habitación, besó en la boca a su compañero de noche, a su Príncipe, al sabio que ella misma había nombrado. El le respondió un un abrazo que parecía no terminar nunca, se pusieron en pie ambos, se vistieron, y se volvieron a besar con sincera pasión. Estaba a punto de amanecer y Richard tenía que partir otra vez a Fumaces, él no quería irse y ella no sabía muy bien que quería, pero deseaba seguir aprovechando ese momento que ella misma había provocado. Tal vez no fuera la última noche, tal vez todo volviera a empezar. De pronto tras volver de su ensimismado pensamiento se encontró con Richard delante suya, y ella agarrando la puerta principal, el sol ya despuntaba en el horizonte, Richard la besó como si fuera la última vez, no sabía si habría otra ocasión, se despidió con él corazon y ella lo despidió dándole vueltas a la cabeza, montó en su caballo blanco y partió, no hubo miradas atrás no hubo gesto alguno, quizás lo reservaran para la próxima vez.

 

GRACIAS

Historias de Príncipes en Tensión, Mentiras Piadosas y Leyes de Murphy (Parte 2)

Entró tras ella y notó como las pulsaciones le subían con estrépito, comenzó a sudar, como si se tratara de una emboscada.

- Mi habitación es la primera entrando por la puerta principal

- ¡Que bien! y entramos por detrás. ¿es para ver que pasa si alguien me encuentra por los pasillos?

Sonrió y aceleró el paso, y aun andando más rápido ella no hacía ruido alguno, Richard en cambio parecía un elefante en una cacharrería, las botas llenas de polvo y barro crujían al tocar el suelo y por mucho cuidado que tenía no conocía el lugar como para no chocar. Todo oscuro, con una leve luz de un candil que apenas tenía aceite para mantenerse con fuerza, tras abandonar la cocina atravesaron un corto pasillo a la izquierda para alcanzar otro más largo también a la izquierda. Le hizo un gesto que el entendió como "al final a la izquierda" así que aceleró el paso hasta casi correr, haciendo muy poco ruido, entraron con las pulsaciones a mil, y justo al cerrar la puerta se oyó toser a alguien, Aliena se acercó a la ventana de esa pequeña habitación y cerró las cortinas, se aseguró de atrancar bien la puerta ayudándose de un pequeño perchero que tenía colgado sobre la misma, tras cerciorarse de que todo estaba bien se acercó a las velas y antorchas e iluminó poco a poco la habitación. Un escritorio que sorprendió a Richard, un mesita justo al lado de la cama, la cual era diminuta.

- Coge lo que hayas venido a coger y vayámonos de aquí enseguida.

Sonó una voz en mitad del pasillo. Richard trató de silenciar el sonido de su corazón que por un momento parecía querer salir de su pecho, Aliena tenía los ojos de par en par, y se antojaba un leve movimiento de labios, como si estuviera rezando o algo parecido. La puerta continuaba igual.

- Debemos quedarnos hasta que duerman de nuevo

- ¿lo dices en serio?

- ¿quieres que nos pillen?

- Hay una puerta a dos pasos de la tuya y por lo que se ve por tu ventana estamos justo en la entrada de la casa.

- Esa puerta hace muchísimo ruido, no nos daría tiempo a salir sin despertar a todos.

- En ese caso me pondré cómodo, sin relajarme mucho.

Se quitó las botas mientras ella preparaba la cama para descansar mientras los demás conciliaban el sueño de nuevo. Se tumbaron el uno junto al otro, en la penumbra de la habitación iluminada tímidamente por la luz de una luna que parecía querer acompañarlos durante su aventura.

- Tu sabías que esto iba a pasar ¿verdad? 

- En realidad... yo no quería irme de aquí, quería que durmieras junto a mí aquí sin tener que ir y venir.

- ¿Y no era más fácil pedirlo?

- ¿Te hubieras quedado?

El silencio de él fue la respuesta que necesitaba Aliena y la que respondió a la pregunta de Richard antes de entrar en la casa. Todo tenía que ser demasiado fácil y sin complicaciones para que Richard aceptara, no podía dejar cabos sueltos, nunca quería sorpresas. La tranquilidad se rompió al escuchar que la cancela del jardín se abría de nuevo.

- Sea quien sea no va a venir a esta habitación, nunca vienen, no van a venir ahora

- Yo no tentaría a la suerte.

- Estate tranquilo.

En silencio casi sin respirar escucharon el sonido de la puerta por la que minutos antes habían entrado, paso firme y sin dudar, una puerta se abría, era la habitación de al lado, una de las hermanas de Aliena acababa de llegar. Se relajaron, y de repente, el perchero se movió y Aliena saltó como un resorte y antes de que se abriera una pizca de la puerta ella ya estaba delante tapando la visión de la visita inesperada, "nunca entran" pensaba Richard mientras intentaba moverse lo menos posible.

- Ali ¿tu tienes mi traje blanco?¿que te pasa te noto nerviosa?

- ¿que traje blanco? estaba aquí mirando una cosa.

- ¿quien está ahí?

Otra vez intentando disimular el estruendo que su corazón estaba organizando dentro de su pecho. Salieron y hablaron entre susurros en la puerta. Un instante después todo era oscuridad de nuevo y Aliena se volvió a tumbar a su lado. Richard lanzó un brazo sobre su cintura y la abrazó, ella respondió de igual forma. Todo parecía volver a la calma en la casa, pero en esa habitación estaba pasando algo que aunque no era nuevo para ninguno parecía que estaba viviéndose por primera vez. Los nervios de ambos eran latentes, una caricia en la cara, un beso en la mejilla, una mano que se desliza bajo el vestido de lino, otra que acaricia el pecho aún martilleante y todo parece desbocarse, ella diciéndose así misma que no, para tratar de convencer a sus sentimientos e instintos que no debería, el pensando en todos los planes que se rompieron por no hacer daño, en todas las noches perdidas. Ninguno puso freno, ninguno quería perder la oportunidad de disfrutar del otro. Todavía queda noche, y todavía quedan sorpresas.

Continuará...

 

Ficción o realidad que más da, la cosa es que os guste la historia, y que todavía queda la última parte, el desenlace y las consecuencias que no se muy bien como lo arreglaré. Pero como ya tengo puesto en algún sitio Rectificar es de sabios pero ¿rectificar dos veces también es de sabios?

Historias de Príncipes en Tensión, Mentiras Piadosas y Leyes de Murphy (Parte 1)

La vida de verano es bastante aburrida en la capital, Richard lo estaba sufriendo en su piel, mucha calor y pocas cosas que hacer, recluido en su palacete, con pocos papeles que rellenar y con la obra de la catedral parada y Philip en su pueblo, disfrutando de la vida de recién casado con la bella Ángeles, no le queda más remedio que buscar entretenimiento, así que aprovechó los escasos quehaceres de la capital para ir algunos días ha la zona costera del condado de Fumaces. Allí pasaba algunas mañanas y tardes entretenido y debido a su cargo trabajando. Hasta que una mañana se le acercó un mensajero para darle una carta en la que solo había una frase "Rescátame, aunque solo sea por una noche" reconoció la letra sin necesidad de leerlo, Aliena había contactado con él, después de mucho tiempo, y Richard se preguntaba que hacer.

Pasó un par de días nervioso y pensativo, ¿que hacer? se prometió a si mismo no volver a verla a no ser que se cruzaran por el pueblo, quería dejar de sufrir por algo que según ella no tenía remedio, pero ese mensaje le hizo replantearse muchas cosas. Él sabía donde se encontraba, él lo sabía todo de casi todos los habitantes del condado, así que le respondió al mensaje, le dijo que iría a rescatarla para pasar la noche juntos, la rescataría de Villa Umbría al caer la noche para pasar la noche en Fumaces, dicho mensaje lo dió por aceptado al no recibir respuesta negativa.

El día anunciado llegó y se levantó más temprano de lo habitual, preparó con escrupulo y minuciosidad el petate que se llevaría, la noche antes mandó dejar el corcel blanco impecable, quería que todo saliera como lo había planeado, nada podía fallar, el plan era sencillo, llegar a Villa Umbría sin ser visto, entrar en la Gran Casa de la familia de Aliena y sacarla de allí, salir a toda velocidad del pueblo en dirección a Fumaces y volver con la primera luz del día, un plan sencillo y fácil de ejecutar, el era Príncipe y no era la primera vez que rescataba a una Dama.

El día pasó lento, el sol apenas se movía y el trabajo fue intenso y duro, pero nada podía cansarlo ese día, en el momento en el que el astro rey comenzó a esconderse el aligeró el ritmo de trabajo, tenía que llegar a tiempo, sabía que no había mucho margen para entrar y salir de Villa Umbría, con un poco de retraso llegó a Villa Umbría y para sorpresa de Richard Aliena estaba esperando fuera de La Casa. Se sorprendió y se alegró a partes iguales.

- ¿Así de fácil es rescatarte?

- Tenemos que hacer tiempo, todavía están los guardias alerta. Vayamos a la playa a pasear.

Montó en el blanco corcel y pasearon por la playa durante un buen rato, hablaron de cosas mundanas, ninguno quería hablar de lo que los dos necesitaban y sacaban temas banales y sin interés, y llegado el momento pusieron rumbo hacia la Casa de Aliena, al llegar bajaron del caballo como si fueran a asaltar el alojamiento de verano de la familia de Aliena, Richard ató al caballo en la misma puerta, y con sigilo se acercaron a la reja que daba acceso al jardín de la entrada.

- Espérame un momento, voy a asegurarme de que están todos dormidos.

- Aquí te espero.

Dió un par de vueltas nerviosa por los jardines, afianzándose que todos descansaban, se acercó a la zona donde esperaba Richard, y le hizo un gesto para que se acercara. Extrañado y confuso Richard se aproximó a ella y sin dejarle tiempo a preguntar ella comenzó a andar con sigilo y seguridad delante de él guiándolo por los jardines hasta la puerta trasera.

- ¿Para que me haces venir hasta aquí? Coje las llaves y vámonos

- Entra que tengo que hacer una cosa antes

- ¿Estas loca? ¿quieres que nos descubran?

- Todos duermen, ¿eres un príncipe con miedo?

- Soy un Príncipe que intenta tener los menos problemas posibles.

- Tal vez ese sea tu mayor problema

Y sin opción a darle respuesta a ese reproche entró en La Casa y tras ella un dubitativo Príncipe, que pensaba que algo estaba saliéndose de su control.

 

Continuará

 

Todo es ficción y cualquier parecido con la realidad, como es costumbre es pura coincidencia, aunque ya no sé que es real y que ficción, así que ya no se si esto tiene algo de ficción o algo de realidad, supongo que será que me meto demasiado en la piel de mis personajes o tal vez sean ellos los que se parecen cada día más a mí y a los que me rodean.


De Hugos y Lolas

Como un niño pequeño, un día de playa de los que hace tiempo que no tenía, disfruté y jugué como uno más, ninguno de mis compañeros de obra llega al metro de altura, aún así entre los 4 construímos un muro para que el agua no nos estropeara nuestra pequeña piscina. Hugo, Oscar y Hugo, son los nombres de mis compañeros de aventuras, y Lola el nombre de las dos "adultas" que nos cuidaban a unos metros de nosotros. Fue un trabajo en equipo.

Después de ver como se rebozaban en la arena, como se tiraban cubos de agua, y como jugaban a la pelota me sentí un padrazo, sin serlo (o eso creo) una experiencia que me gustaría volver a vivir, si no con todos a la vez otra vez, por lo menos por separado. Disfruté, me reí, incluso me cansé, y por supuesto, aunque con protección también me quemé, pero mereció la pena.

Espero que ellos tres se lo pasaran tan bien como lo hice yo, me encantó la experiencia, la única pena, que ninguno era mio, y no por las madres, que desde aquí les mando un beso a las dos, ni por la otra Lola, que también se lleva su beso, a las tres las quiero mucho, pero esos enanos son geniales, tanto juntos como por separado. Hugo (el de Lola) ya no me podrá decir que por que no voy a la playa con él, y los otros dos, Hugo y Oscar, espero que tengan ganas de volver a venirse conmigo a la playa y si las madres y Lola se quieren venir, también las dejaremos, supongo que mis amigos no pondrán muchas pegas tampoco.

Gracias a las Lolas por cuidarnos a los 4 en un día de playa divertidísimo. Pronto intentaré volver a repetirlo.

Vivir con Reloj

Hace tiempo escribía lo maravilloso que es vivir sin ser esclavo de unas manecillas que te indican la hora. Y no me voy a desdecir de mis palabras, es algo que como dije todo el mundo debería probar, pero como todo tiene algún inconveniente, y es que desde que me deshice de ese maldito aparato todo se ha vuelto un poco más loco.

Así que he decidido volver a usar reloj, usarlo solo para los días laborables, (todos los días menos uno) para probar si un uso mixto me evita exclavizarme a ese maldito aparato y me sigue dejando disfrutar de mi soledad.

Con reloj o sin él, no tengo problemas, pero me los buscan, y aún así lo único que consiguen es que mi ingenio fluya, que mis musas vuelvan a mi lado y que desate mis dedos sobre un teclado que me pedía a gritos volver, para unos ojos ávidos de leer, para una mente que necesitaba escapar, para un corazón que necesita latir, para un odio que crece cada día, para un amor en el que ya no creo, pero al que espero.

Peumayen

El título de esta entrada es el nombre de un pueblo, (tal vez ficticio) un pueblo porteño donde se mezclan sueño y realidad a partes igual, no en vano Peumayen quiere decir en la lengua Mapuche Lugar Soñado, o lugar idílico , y algo así era mi vida. Con el paso del tiempo me he dado cuenta que tampoco era tan soñado como creía, supongo que eso nos pasa a todos en algunos momentos de nuestra historia. En los estudios todo ha ido siempre igual, siempre tirando, en el trabajo, bueno en el trabajo las cosas han ido cambiando, empezó siendo un entretenimiento, se convirtió en una obligación, para volver a ser un entretenimiento obligado, y transformarse en cuestión de meses en un suplicio entretenido y de obligado cumplimiento, dependiendo siempre de los que nos encontremos trabajando.

En lo privado no hay mucha mejoría, tal vez diría que todo va un poco peor, aunque de eso me he encargado yo mismo, de destrozar mi poca vida privada, hasta el punto de darme cuenta de que nunca he tenido un grupo con el que salir, siempre he ido cambiando, una especie de Bohemio de la amistad, por no decir de acercarme siempre a los que más me convenían y eso ha terminado por hundirme en lo que a amistades se refiere.

Cambiar eso depende de mi, aunque también tengo que conseguir dejar de sufrir las influencias laborales, este verano que en principio iba a ser el verano del trabajar para vivir, pasear y disfrutar, ha pasado a ser el verano de trabajar por trabajar, vivir lo justo, pasear del garaje a casa y disfrutar de la soledad.

Escribir me relaja a la par que me devuelve algo de equilibrio (a lo PowerBalance) ya que suelto fuera todo lo que llevo dentro. Y hay más cosas dentro, por desgracia siempre las hay, pero eso es otro tema, que como en la entrada anterior…. contaré en otra ocasión.

Si alguien encuentra el camino para regresar a Peumayen por favor que me lo diga, necesito un par de días en el paraíso para no terminar de cortarme las venas o lo que es peor, para no hacerle daño a nadie, ya que ganas no me faltan, pero que mis palabras malintencionadas no se saquen de contexto, yo golpeo con palabras, que a veces, son capaces de herir de más gravedad que los propios golpes.

Hipócritas

Debido a mi trabajo en algunos momentos debo hacer de tripas corazón y sonreír aunque no me apetezca, y aparentar que todo está perfecto, aunque no lo esté. Reconozco que no siempre es así, hay gente que se merece que sonría aunque no me encuentre bien, hay gente que se merece todo el respeto del mundo, aunque yo tenga un mal día, hay gente como "La Peña" que no son clientes si no amigos. Pero para el resto... se lleva sonrisas por contrato.

No me queda más remedio, que durante mis horas de trabajo sonreír lo que pueda, disimular lo que pueda, intentar ser agradable, con clientes y compañeros. Y es que está siendo el verano al revés, nada sale bien, nada es como esperaba y para colmo todo lo que uno intenta sale mal.

Y es que desde que no me quieres hacer daño estoy pasándolas putas, no termino de volver al cauce adecuado y para colmo tengo algún (o alguna), compañero (o compañera) que me hace sentirme incomodo, y hacer que tenga que aguantar mi hipocresía durante más tiempo del permitido. (El o ella sabe por quien lo digo).

Pero no soy el único hipócrita que aguanta el tirón, los hay más hipócritas y falsos que yo pero eso, es otra historia que no viene a cuento.

Empieza tu verano...acaba el mio

El verano es una época de descanso, fiestas, playa y disfrutar con los amigos, el verano es una época calurosa (que obviedad) en la que nos gusta andar semidesnudos por las calles, comer helados, pasear bajo los árboles o por la ciudad buscando la sombra y los lugares frescos. El verano es esa época en la que vamos a conciertos, festivales y actos al aire libre, el verano es eso que os he dicho para ustedes, por que para mi...

Mi verano terminó cuando empezó el tuyo, terminó cuando apretó más de la cuenta el calor, mi verano terminó cuando se anunció el primer concierto, mi verano nunca existió. Pero no fue así siempre, me di cuenta de que mi verano iba a ser corto en el mismo momento en el que empezó a dolerme todo, cuando por no hacerme daño, empecé a encogerme y encerrarme en mí mismo.

Ahora, a las puertas de mi primer día de descanso de tu verano, estoy esperando una llamada o un mensaje o una señal, que puedo asegurar que nunca llegará, y que con todo tengo que reconocer que fue una alegría el saber que por lo menos, durante unos minutos, te acordaste de mi. Y todo por que ahora que empieza tu verano, se acaba el mio.

Déjà Vu

Se acabaron por el momento los Príncipes a los que nombraron sabios, sin serlo ni quererlo, se acabaron las historias de princesas que aparecen y desaparecen, de momento, se acabaron los exámenes, se acabó el soportar profesores, todo eso es solo temporal, lo único que no se han acabado son los agobios, si no hubiera tenido bastante desde septiembre hasta hoy, todavía me queda el verano, un verano que mientras unos disfrutan, van a la playa, quedan con los amigos, hacen barbacoas, etc, etc. yo lo tengo que pasar currando, algo que no es nuevo, pero que no entraba en mis planes, este año no.

Tenía la intención de ir a Portugal por lo menos un par de veces este verano, tenía la intención de disfrutar de la playa, tenía muchas cosas planeadas, y todas se están desvaneciendo conforme avanzan los días. Además y con algo de suerte algún compañero leerá estas líneas, y se encargará de informar al resto de que este año, las cenas de empresa (se hacen dos durante el verano, una antes y otra después) van a ser sin mi.

En definitiva, y quitando estos 4 o 5 días que llevo con mi hermana, se puede decir que mi verano ha acabado, que sigo como siempre, sin tiempo para mi, y que cuando llegue septiembre, volveré a estar agobiado, como siempre. Estoy deseando que algo cambie, que algo mejore, estoy deseando desaparecer.

Tuenti, el templo del Morbo (II)

No se si ustedes tenéis Facebook o no, pero cada día que pasa, cada actualización que ponen... Tuenti se parece más a Facebook. Pero eso no es de lo que quiero hablaros, y es que Tuenti se está convirtiendo en la pagina para NO informarte de los demás, más inútil de todas, supongo que la culpa de eso la tenemos nosotros, que en la mayoría de los casos no sabemos usar la información que encontramos.

Algun@s usan tuenti para espiar a su pareja, otr@s a ese/a que les está rondando cual palomo/a para intentar algo, que en la mayoría de los casos es solo sexo. Las fotos y sus comentarios son delatores o defensores, depende de quien las vea y de quien te las explique. Tuenti es el templo del morbo, ya algunos incluso buscan humillar a las personas, el último caso de esto fue "Ruinas de Funcadia" cuya vida fue corta, apenas un par de días, y fue una pena, porque creo que me hubiera reído bastante con él, pero no me dió tiempo de darle información, lo echaron antes de poder decirle nada.

También puede ser un arma de doble filo este tuenti, sobre todo cuando las historias acaban, a alguno pueden dolerle ver como afecta a la otra persona una ruptura, o como no afecta, o como rehace su vida, mientras tu sigues en tu miseria y monotonía. En cualquier caso parece que esta web tiene mucha vida por delante, mientras haya cotillas, habrá tuenti, mientras haya amigos... TAMBIÉN.

De Príncipes despeinados, con vaqueros y gafas de sol (Final Primera Temporada) -Acto Final-

Último acto de esta primera temporada, la verdad es que no podía terminar la historia porque creo que es algo que debe continuar, de todos modos, como ya he dicho en otras entradas de este cuento de Príncipes y Príncesas, cualquier parecido con la realidad es casual, nada es real, y si lo fuese, debería de ser bastante antiguo, ya que nadie va en caballo a los sitios, ni hay Príncipes, ni los asesinatos quedan sin castigo. Aunque tal vez tenga algo de real, y la historia esté basada en nuestro tiempo y recreada en el medievo. ¿tu que opinas?

Mientras iban rumbo a la Taberna, observó que la gente lo miraba diferente, le sonreía y algunos ladeaban la cabeza, otros bajaban la mirada a su paso, algo estaba ocurriendo y Richard no sabía que era. Al doblar la esquina empezó a oirse el bullicio de la Taberna, la gente contando historias mientras desayunaban, gritando y hablando de sus cosas. Cuando entraron dentro se hizo un silencio capaz de erizar el pelo a un muerto, Philip y Richard se miraron, ¿que ocurria?.

Tomaron asiento en una mesa casi apartada del resto, que el Príncipe se acercara a la taberna a desayunar o almorzar no era nada extraño, y menos si iba acompañado del Jefe de la Obra de la Catedral, su amigo Philip. Se acercó el tabernero con miedo a algo, Richard estaba incomodo, y Philip extrañado, les pidieron el desayuno y comenzó a oirse un leve murmullo, se extendió por todo el local, nadie hablaba en voz alta, solo susurros.

Estaban inquietos, sin saber el porque esa actitud del pueblo hacia ellos, de repente, empezaron a entender palabras sueltas, "fiesta" fue una de ellas, sabían que algo habían organizado los jovenes del pueblo porque fueron ellos los que les dieron el permiso, "escapadas" algo de esperar entre las hormonas de esos jovenes inquietos, pero hubo una que Philip escuchó con total claridad y varias veces siempre acompañada de "escarceo" y esa era "Aliena" rezaba por que Richard no lo escuchara, pero en su rostro se reflejaba la tristeza de quien se siente engañado. Sin mediar palabra metió su mano en el bolsillo del vaquero, sacó el dinero suficiente para pagar ambos desayunos, lo puso sobre la mesa con sumo cuidado, se colocó esas "gafas de cristales de espejo" que tan característico le hacían y salió como si nada hubiera pasado, cabizbajo para el resto, enfurecido para Philip que lo conocía mejor que ninguno.

Su amigo no se movió de allí, termino con parsimonia su desayuno, se puso en pie y gritó "SOIS IMBECILES" y se marchó tras su amigo, que ya iba a paso ligero calle abajo, rumbo a su casa de nuevo. Él sabía que no era momento de hablar, era inútil cualquier palabra en esos momentos. Así que lo dejó marchar.

Lo primero que hizo al llegar a su casa fue entrar en el despacho y gritar, desahogarse. Se sentó en el suelo, y alguna lágrima se le escapó, pero no eran de tristeza, si no de ira e impotencia, intentó rehacerse, busco algo para hacer, miró su escritorio y alrededores, y comenzó a ojear y ordenar los papeles como hizo la noche anterior. Entre sollozo y gritos a veces golpeaba con fuerza el suelo, tanto que retumbaba la casa entera y de sus nudillos empezó a brotar un hilillo de sangre. La rabia contenida dentro de sí quería escapar de su cuerpo, quería destrozarlo todo, pero se contuvo, siguió ordenando y leyendo papeles. Los nombres se alborotaban entre las hojas, ya solo veía Evelyn por todos lados, para colmo era lo único que podía leer, el nombre de quien tanto daño le hacía, justo en ese momento de debilidad. volvió a tirar los papeles, esta vez por toda la habitación soltando un alarido desconsolado y aterrador, en su cabeza resonaba una y otra vez la misma frase "no quiero hacerte daño,no quiero hacerte daño,no quiero hacerte daño". Algo se cayó al ser golpeado por uno de los fardos de papeles que lanzó sobre su estantería, Richard se acercó para ver lo que era, al recoger los papeles y ver lo que había, un sentimiento de melancolía se apoderó del Príncipe.

Se arrodilló junto al escritorio con el objeto envuelto en un pedazo de tela entre las manos, casi había pasado un año desde que Aliena le entregó ese pequeño bulto, lo abrió como hizo "cuando llegó el momento" tal y como ella le pidió, lo observó, y lo miró con detenimiento, entendió que todo lo que eso significó en aquellos días se había acabado, él sería un Príncipe sin princesa, ni nadie que lo apoyara ni soñara con todos esos anhelos que una vez, junto al lago hablaron, ya no tenían nada que compartir, el conservaría ese pequeño objeto y ella seguiría con su vida con su mundo, ya no podía hacerle más daño, lo que ella no sabía es que el dolor empezó en el mismo momento en el que le dijo esa frase maldita.

Con el verano a la vuelta de la esquina Fumaces emigraba hacía tierras mas frescas, eso iba a ayudar a Richard a recuperarse, pero cuando la época estival estuviera a punto de concluir todo volvería a la extraña normalidad que siempre reina en Fumaces. Hasta entonces, esta historia dejará de crecer, mientras que otras historias han comenzado a pesar de Richard, Un príncipe al que consideraron sabio, un sabio que no supo solventar todos los problemas, un sabio que nunca quiso serlo.

De Príncipes despeinados, con vaqueros y gafas de sol (Final Primera Temporada) -Acto 2-

Volvió a casa igual que había salido. Desconcertado, algo aturdido e incluso mareado, esto último tal vez fuera a causa de las cervezas que había tomado con Philip en la taberna, en su cabeza solo resonaba una frase "no quiero hacerte más daño" y eso era lo que había sumido a Richard en un no parar de darle vueltas a la cabeza.

Se acercó a su majestuoso despacho, se sentó en la silla frente a su enorme escritorio lleno de papeles y tinta, empezó a intentar ordenarlo un poco, para a su vez ver si era capaz de ordenar todas las cosas que por su mente pasaban, buscaba una solución a algo que tal vez ya no lo tenía.  Recordaba la primera noche que fue a su antiguo castillo, el palacio donde él vivió con su padre años atrás, antes de que falleciera. recordó esa noche, en la que había preparado todo para que nada fallara y fuera perfecta. Recordó también la historia que le contó sobre las murallas de la ciudad vecina y esos extraños orificios. Seguía ordenando el escritorio pero sus pensamientos estaban en pie de guerra y no parecían tener intención de darle una tregua.

El cansancio se apoderó del Príncipe de Fumaces antes de que este pudiera darse cuenta y se quedó dormido en el enorme sillón que presidía su mesa, allí dormido y con la cabeza ladeada y la mesa en un orden que solo Richard entendía lo encontró Philip, que esbozó una pícara sonrisa, se acercó con sigilo y golpeó con fuerza la mesa a la vez que gritaba "HOLA" tal fue el susto que se pegó Richard que golpeó la mesa y todos los papeles cayeron al suelo.

- ¿estás loco Philip?

- No podía perder la ocasión de asustar a un príncipe

- Definitivamente estas loco, ¿que hora es? me he quedado traspuesto

- Son las nueve de la mañana Richard, habíamos quedado a las ocho para ver los materiales de la Catedral.

- Lo siento Philip, me he quedado dormido, he pasado una mala noche.

- Lo imaginé, por eso he venido a buscarte, necesitas que te de un poco el aire, vayamos a desayunar.

Miró atrás hacia su despacho, todos los papeles por los suelos, todo volvía a estar como en la noche anterior, y como lo estaba su cabeza, alborotada y pidiendo a gritos una solución. Cerró la puerta con llave, y salió tras su amigo. Todo le sobraba, y a nada encontraba sentido, le parecía vivir en una pesadilla, desde el mismo momento en el que Aliena le dijo "Conmigo solo tienes problemas, no quiero hacerte daño" Fueron las últimas palabras que dejó que pronunciara, cuando las escuchó, montó a su enorme caballo y salió raudo hacia su castillo, el castillo donde una vez ...

 

Ya lo dije en la anterior entrada, pero creo que cada vez es más difícil buscar palabras para no repetirme, no hay nada real, todo puede parecer que tenga cierta similitud con el mundo real, pero es ficción, o por lo menos así empecé, ahora si tu ves alguna similitud con el mundo real, pues lo mismo es que tienes la misma imaginación que yo, o es que realmente está basado en hechos reales, o esta historia tiene algo que ver con algo que ha pasado o no, la cosa es que en principio no hay nada real, aunque ya no estoy seguro de nada.

 

De Príncipes despeinados, con vaqueros y gafas de sol (Final Primera Temporada) Acto 1)

Paseaba por las calles de Fumaces con la mente distraida y la mirada perdida, observaba a sus gentes, a todos los conocía pero con ninguno hablaba, nisiquiera con su compañero de fatigas. Estaba absorto, en su mundo, distante de una realidad que se desvanecía. Mientras paseaban cerca de las obras de la catedral la gente les saludaba con algarabía, les alegraba verlos por ahí, desde que Richard fue nombrado administrados de la zona, no pasaba mucho tiempo en la que fue su más importante obra, y Philip necesitaba a su amigo para continuar con tan magna construcción.

Pero Richard no estaba cómodo en ese momento, su amigo lo sabía pero aún así no quería preguntarle, Guiamona se acercó a saludarlos, eso devolvió a Richard a la realidad, aunque fue una conversación fugaz y más por compromiso que por ganas.

Se fueron hasta la vieja taberna, a beber cervezas y comer algo de pan de centeno, allí Philip no se atrevió a sacar el tema que sabía que mantenía a Richard ensimismado y cabizbajo, allí se hizo el silencio y cada uno volvió a casa con la cabeza pensando en el otro, uno pensando en porque no le preguntó y el otro pensando en porque no se lo contó.

 

Como viene siendo habitual, cualquier parecido con la realidad es solo producto de su imaginación, o simplemente casualidad, o tal vez no sea parecido si no idéntico a la realidad, o tal vez tenga matices con la realidad y toques de ficción o vete tu a saber.

Un regalo

Sutiles sois


hilos de la nostalgia


al gangrenar de amor


nuestros recuerdo.


 


Sutiles sois


cuando en un beso


queréis borrar sin más


el paso de la vida.


 


Sutiles sois


estigmas de este nombre


al derrogar la ley


que me hace esclava.


 


Sutiles sois,


nunca crueles,


al pregonar que el amor


siempre se acaba.


 



Tengo que agredecer este poema a mi AMIGA Fali Durán, que siempre me deja su toque particular, y siempre tiene una palabra que me saca una sonrisa, Gracias, por estar ahí aunque nos veamos poco.